Subio por la escalera sobre trabajo y fue directa a su despacho.

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Serie Gorditas 2

—la solto asi­ como dio un transito atras, quedandose quieto asi­ como mirandola fijamente, como si la desafiara a darle otro golpe. —Me gustaria irse —dijo Susana entre dientes y no ha transpirado resoplando un rizo que le caia sobre las ojos— asi­ como tu ocupa el sitio sobre la puerta. El entrecerro las ojos. La novia contemplo ese hombreton enorme que ocupaba el sitio de la entrada, por en lo alto y las lados. Abrio la boca sorprendida sobre que alguien pudiera igual de nefasto enorme. El no se movio. Ella perdio el enfado asi­ como las tres vodkas con grosella se esfumaron de ataque quitandole la valentia. Susana pestaneo confundida y dio un camino antes, chiquito No obstante muy elocuente. —Disculpe —dijo el varon desprovisto moverse de la puerta— no fue mi intencion hacerle deterioro o asustarla —carraspeo y espero a que ella lo mirara nuevamente a la cara. —Estoy bien —susurro ella incomoda— en el banera no Tenemos nadie — le comunico al lapso que senalaba la puerta para que le diera vuelta. El se aparto de forma rapida desplazandolo hacia el pelo le hizo un mueca noble para que ella pasara. Susana aguanto un insulto ante el sena burlon de el asi­ como paso rauda por su ala. 3 pasos mas y no ha transpirado resoplo. —?Menuda noche! —?asi­ como que lo diga! —Contesto la voz del varon cupГіn lovoo acerca de su hombro haciendola volar sobre la impresion— ?La asuste? Disculpeme nuevamente. Estoy algo perdido en este edificio laberintico. Usted parece conocer extremadamente bien a donde va —aclaro ante las ojos abiertos e incredulos sobre Susana que lo miraban, desprovisto moverse, igual que si estuviera alocado.

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—?Donde pretende ir? —contesto Susana muy despacio, igual que En Caso De Que sobre arrebato recordara su funcion sobre recepcionista educada y no ha transpirado paciente. —Ni idea —sonrio sobre repente sobre oreja an oido y le cambio la cara— le acompano an adonde vaya. Susana boqueo primeramente de dar con las palabras correcta para contestar. El rostro acertado del varon habia cambiado sobre semejante manera,que no parecia el identico. —No va a permitirse ser. No puede acompanarme —casi se atraganto cuando el se acerco mas. Ella elevo el rostro para mirarlo a las ojos, intentando disponer la expresion energica. —?Es usted la clienta? —?Que? —logro preguntar la novia carente dar credibilidad a la decorado. —Mi hermana se anoto en la empresa esta semana. Yo no queria que viniera sola a la fiesta No obstante el labor me retraso. Acabo de regresar y no ha transpirado la estoy buscando. Me llamo Alejandro Maya —sonrio mas En Caso De Que junto a ensenando una dentadura cuidada asi­ como

blanca— ?Donde Tenemos que

anotarse? ?O me puede dar su telefono directamente? —hizo el mueca sobre redactar en el aire. —No —salio sobre su mutismo Susana abrumada por la documentacion desplazandolo hacia el pelo confundida por el brillo que veia en las ojos sobre ese oso enorme— yo empleo aca —trago con dificultad desplazandolo hacia el pelo dio un paso tentativo hacia el lado— me estan esperando. Disculpe. Seguramente encontrara a su hermana en el salon. Asi­ como salio escopeteada. Se metio en una camino que decia: “acceso empleados“, desplazandolo hacia el pelo miro sobre reojo como el semejante, Alejandro Maya, se quedaba fuera con rostro sobre oso cabreado.

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Nunca le extranaria que se metiera tambien en la sala de planificacion del

-catering, no obstante sabia que Rosa lo echaria de su territorio falto

vacilar. —Ahhhhhhhhh —lloraba Malena a chillido pelado. —?Menuda noche! —repitio antiguamente de entrar. —Susana. Debido a Dios que llegas —Rebeca se levanto y no ha transpirado corrio a la salida— aca la mujer ha sido abandonada por. —Lo se —le interrumpio— anda vete, busca a Flora y no ha transpirado le explicas. Tiene que quedar cerca sobre las telefonos. Malena nunca lloraba. Berreaba. Tenia el pelo sobre punta de tanto tocarselo, la gomina no obraba milagros ante el descontrol. El vestido estaba subido inclusive hasta una fraccii?n sobre las muslos y las zapatos no estaban a la mirada. La caja sobre panuelos acompanaba a la concertista, que levanto la ojeada ante su advenimiento. –No quiero irme a casa asi —un puchero quejumbroso la recibio— mi can se deprime si lloro asi­ como se pone a aullar igual que un poseso. Me echaran del edificio. —Bueno. Lo principal es que te tranquilices —se sento a su aspecto. —Eres muy bonita —gimio Malena— Y tendri­as tetas —se senalo a la novia misma— yo nunca tengo. Creo que voy a hacerme la estetica desplazandolo hacia el pelo que me quiten gordura del culo y me lo pongan en las tetas —miro los pechos de Susana, que lucian cuota asi­ como rebosaban del vestimenta— ?Me dejarias un sujetador para que el cirujano sepa la medida que deseo? —Estas divagando. Tocaron a la puerta. Un camarero entro con cara de pocos amistades. —La he buscado por todos los despachos. Me dijeron que estaba usted en este vivienda.